Androstenediona, un suplemento poco efectivo pero bastante problemático
Algunas de las sustancias que hoy se incluyen en la lista de la agencia mundial antidopaje fueron comercializadas libremente en sus inicios, sin necesidad de receta médica, y pudiéndose comprar la cantidad que se desease.
La inclusión de estas sustancias en dicha lista se debe a cambios en la normativa antidopaje que hacen que se cataloguen como esteroideos o que se descubra que son peligrosas para el organismo.
Uno de estos productos es la androstenediona o androstendiona, en cuya vida comercial se fabricó como un suplemento dietético en el mercado estadounidense.
Se podía adquirir sin ningún tipo de problema y sin necesidad de presentar una receta médica, por lo que fue muy utilizada en los años 90 en el ámbito del deporte profesional, especialmente en las principales ligas de béisbol.
En marzo del año 2004 se introdujo la Ley de Control de Esteroides Anabólicos en el Senado de los EEUU, catalogando a la androstenediona, entre otras sustancias, como ilegal, y en el año 2005 fue definida como un esteroide anabolizante.
Lógicamente, tras estos hechos, el producto dejó de comercializarse, aunque la existencia de laboratorios clandestinos hace que sea posible adquirirlo.
¿Qué es la androstenediona y que efectos produce?
La androstenediona es el precursor de las hormonas sexuales, tanto las masculinas como las femeninas, de manera que se convierte en testosterona en el caso masculino, y en estrógeno en el caso femenino, por lo tanto es una sustancia que genera de manera natural el propio organismo humano.
Para que se convierta en testosterona es necesaria la presencia de la enzima 17β hidroxiesteroide deshidrogenasa, y para que se convierta en estrógeno hará falta la presencia de la enzima aromatasa, tan temida en el mundo del culturismo ya que es la responsable de la aromatización.
A la hora de utilizar este suplemento con fines deportivos, lo que interesa es su capacidad para incrementar los niveles de testosterona en el organismo masculino.
La dosis recomendada es de 100 mg dos veces al día, pero tras diversos estudios, tanto en varones jóvenes como en varones mayores de 40 años, se ha constatado que el aumento de testosterona producido es insignificante, tan solo se han observado resultados favorables con dosis de 300 mg al día, logrando un incremento de los niveles de testosterona durante un período de 8 horas.
En cualquier caso, en ninguna de las dos situaciones estudiadas se apreció un aumento muscular y de la fuerza respecto a personas que no habían tomado este suplemento.
Consecuencias y efectos secundarios
Una vez conocidos los nulos efectos positivos que ofrece esta sustancia, se deben saber cuales son las consecuencias y efectos secundarios que podrían aparecer debido a su utilización.
En todos los casos estudiados se observó un aumento de los niveles de estrógeno en varones, por lo que su uso continuado podría llegar a producir la aparición de ginecomastia (desarrollo de senos femeninos en el hombre), también afecta a los niveles de colesterol haciendo que aumente el nivel de colesterol LDL perjudicial frente al de colesterol HDL, lo que podría tener consecuencias muy negativas en personas con problemas cardiovasculares.
Además, un nivel elevado y persistente en la sangre de androstenediona aumentan el riesgo de padecer cáncer de próstata o de páncreas.