Cipionato de testosterona, una de las testosteronas más potentes.
La testosterona es una hormona presente en todos los seres humanos y que desempeña importantes funciones en el organismo del hombre, siendo su principal hormona sexual y la responsable de algunas características físicas y psíquicas. Gracias a ella es posible incrementar la masa muscular, la fuerza y la densidad de los huesos.
Estas características han convertido a la testosterona en una sustancia fundamental en el mundo de los anabolizantes y esteroides utilizados en el ámbito deportivo. Un gran número de las sustancias esteroides existentes dedicadas a conseguir notables aumentos de masa muscular y rendimiento deportivo son derivados de la testosterona, además de existir la testosterona como tal, de la que se pueden encontrar distintos tipos que presentan diferentes características. Uno de estos tipos es el cipionato de testosterona.
El cipionato de testosterona es un producto inyectable de características muy similares al enantato de testosterona, presentando, al igual que este, notables efectos secundarios. Es una sustancia muy androgénica y esto se traduce en que la tasa de aromatización que posee es muy elevada, y, por lo tanto, algunos efectos secundarios van a ser la aparición de ginecomastia y la retención de líquidos.
Como todas las testosteronas disponibles en el mercado, su uso lícito es como medicamento para tratar niveles anormalmente bajos de testosterona en varones, falta de libido, problemas sexuales o para tratar grandes pérdidas de masa muscular debido a desnutriciones o post-operatorios complicados.
El aumento de masa muscular que se consigue con el cipionato es bastante grande, gracias a ella se aumenta la retención de nitrógeno en los músculos haciendo que se asimile mejor la proteína por parte de estos. Además aumenta notablemente los niveles de la hormona IGF-1, el factor de crecimiento de la insulina, y, por tanto, lleva asociado un aumento de la cantidad de hormona del crecimiento que produce el organismo. La masa obtenida no es de gran calidad y definición debido a la retención de líquido que se produce al consumir esta sustancia, pero si que es de mejor calidad que la obtenida con el enantato de testosterona.
Mejora notablemente el tiempo de recuperación entre entrenamientos, es capaz de aumentar la cantidad de glóbulos rojos en la sangre haciendo que la cantidad de oxígeno que transporta sea mayor, obteniendo mejoras en cuanto a resistencia se refiere. Otro efecto que se ha observado es que la cantidad de grasa que almacena el cuerpo disminuye, cuando se realiza un ciclo con este tipo de sustancias lo habitual es ingerir una gran cantidad de calorías, habiéndose comprobado que la eficiencia a la hora de aprovechar los nutrientes en mucho mayor disminuyendo de manera muy notable la acumulación de grasa.
Otro de los usos habituales del cipionato de testosterona es en ciclos de definición, durante los cuales la ingesta de calorías se reduce notablemente para lograr un efecto de músculo duro y cortado, esto llevaría aparejado una perdida de parte de la masa muscular ganada anteriormente, pero gracias al uso del cipionato se evita esta catabolización con buenos resultados.
Las dosis que se suelen emplear en un ciclo anabolizante varían entre los 200 y los 1000 mg, obviamente a mayor dosis mayor riesgo y probabilidad de padecer efectos secundarios. Lo habitual es dividir esta dosis en dos inyecciones semanales, a lo largo de 8 – 12 semanas, para mantener los niveles constantes en el organismo.
Se debe decir que, una vez finalizado el ciclo, se deberá seguir una terapia para promover la reactivación de la producción natural de testosterona ya que, debido al aporte externo de la hormona, los testículos dejan de producirla de manera natural, presentando dificultades para volver a mantenerse activos tras la finalización del ciclo.
Efectos secundarios del Cipionato de testosterona
Como se ha apuntado anteriormente, cuanto mayores sean las dosis administradas, mayores serán las probabilidades de que aparezca alguno de los siguientes efectos secundarios.
Al ser un producto altamente androgénico, su tasa de conversión al estrógeno es muy elevada, por tanto, es muy probable la aparición de ginecomastia (desarrollo de glándulas mamarias en el hombre) y a un aumento notable de la retención de líquidos debido a su utilización, especialmente en tratamientos de elevadas dosis y prolongados en el tiempo. La retención de líquido puede suponer un problema bastante grave para aquellos que sufren de hipertensión. Para evitar estos efectos lo adecuado es utilizar algún antiestrogénico como Proviron o Novaldex.
Si una vez finalizado el ciclo no se siguiera la terapia para estimular la producción natural de testosterona, podría darse el caso de que se produjera atrofia testicular y de que dejaran de producir la hormona, con todos los problemas que ello supone.
Además, resulta prácticamente segura la aparición de los efectos típicos de cualquier anabolizante basado en la testosterona, como son la aparición de acné en espalda, brazos y pecho, el aumento del vello corporal, la aceleración del proceso de calvicie en hombres genéticamente predispuestos a ello y, alguno más serio como es el agrandamiento de la próstata. Para evitar estos efectos puede ser recomendable el uso de algún producto supresor de andrógenos como es Finasteride.
Por lo altamente androgénico que resulta este producto, no se recomienda en ningún caso su utilización en mujeres debido a los fuertes efectos secundarios virilizantes que aparecerían de forma casi segura.