SARMs, la alternativa a los anabolizantes
Como bien es sabido, para lograr un rápido y considerable aumento de masa muscular se debe recurrir al uso de sustancias esteroides anabolizantes, no se puede negar que este tipo de sustancias cumplen con su cometido de manera efectiva, pero los beneficios que ofrecen, en la mayoría de casos, vienen acompañados por una serie de riesgos en forma de efectos secundarios que pueden llegar a ser bastante graves y puede que irreversibles, por lo que su uso no es para nada recomendable.
El camino adecuado a seguir es el del entrenamiento intenso y bien planificado, el de una dieta correcta y adaptada a los objetivos que se desean alcanzar y el de un estilo de vida saludable. Pero existe otro tipo de sustancias en auge que dicen ofrecer notables ganancias de masa muscular sin tener que correr el riesgo de padecer los graves efectos secundarios de algunos esteroides, estas sustancias son los SARMs.
¿Qué son los SARMs?
Los SARMs son Moduladores Selectivos de los Receptores Androgénicos, (se trata del acrónimo inglés de Selective Androgen Receptor Modulators). Básicamente son sustancias capaces de estimular de manera selectiva a los receptores, como pueden ser el músculo o los huesos, sin afectar a otros en los cuales los esteroides presentaban problemas, como por ejemplo la próstata.
El poder anabólico de los SARMs no es tan grande como el de algunos esteroides, especialmente los más peligrosos, como Anadrol o Dianabol. Son capaces de aumentar la masa muscular magra, aumentar la masa ósea y disminuir la cantidad de grasa corporal con la diferencia frente a los esteroides de que no aumentan de manera sustancial el número de estrógenos, no inhiben la producción natural de testosterona y no presentan toxicidad hepática, por lo tanto se suprimen los mayores y más peligrosos efectos secundarios que se podían producir con los esteroides como podían ser la aparición de ginecomastia, la atrofia testicular o enfermedades que afectan al hígado, y también otros más leves pero igualmente irreversibles y nada deseables, como la aceleración del proceso de calvicie o la aparición de acné.
El descubrimiento de los SARMs no es un hecho reciente, en los años 40 se crearon las primeras sustancias de este tipo modificando moléculas de testosterona, al ser un derivado de esta eran considerandos esteroides igualmente, cosa que no ocurre con los sintetizados en la actualidad, de hecho, algunos de ellos, como Ostarine, se pueden adquirir con total libertad igual que si se tratase de un suplemento deportivo como glutamina, creatina o carnitina.
La vía de administración es en casi todos los casos oral, ya que se presentan en pastillas, por lo que resultan fáciles de tomar y de transportar.
¿Qué problema pueden tener?
Que se trata de sustancia relativamente nuevas, en las que todavía no se conocen los efectos secundarios que pueden surgir a largo plazo y, por tanto, no se trata de productos con una larga trayectoria que se conozcan al 100%. También al describir los SARMs se hace de manera general, pero dentro de ellos encontramos diferentes sustancias cada una con unas propiedades y posibles efectos secundarios distintos, pero en ningún caso tan peligrosos como pueden llegar a ser con ciertos anabolizantes, aunque ya se sabe, todo abuso acaba resultando perjudicial, y un consumo de altas dosis de este tipo de productos durante largos períodos si que podrían acarrear consecuencias serias.
Las sustancias que podemos encontrar como SARMs son el Ostarine anteriormente citado, Ligandrol, Cardarine, Anabolicum, Andarine e Ibutamoren, otros de muy reciente aparición son Stenabolic o Testolone.
A día de hoy no se trata de productos prohibidos para uso particular, en el caso de deportistas profesionales, en 2008 se prohibió su uso para evitar un consumo abusivo de ellos y poder obtener métodos fiables para su detección, ya que no existen métodos para detectar algunos de ellos, en todo caso, en el caso del deporte profesional es mejor evitar su utilización para no encontrarse con problemas en un futuro.